Son pequeños vendajes en forma de rejilla, no elásticos, de color natural, totalmente hipoalergénicos y resistentes al agua. Sólo se pegan una vez y no tienen medicamentos añadidos.
Esta terapia está basada en la medicina asiática, buscando devolver el equilibrio al cuerpo humano sin medicarlo, colocando el “cross tape” en puntos gatillo o de acupuntura localizados por el profesional que lo aplica. A través de estos puntos, se ayuda a controlar la tensión y aliviar molestias musculares y de ligamentos.
Pueden colocarse también en combinación con el Kinesiotape, formando parte de la técnica conocida como “Kinesiotaping” o “Vendaje neuromuscular”.
Una vez aplicados, su efecto puede prolongarse varios días, sin necesidad de recolocarlo a diario, resultando cómodos y discretos.